El sueño es importante

El sueño es importante

 

LA CALIDAD DEL SUEÑO DEPENDE DE LAS EXPERIENCIAS DIARIAS

Un perro salvaje duerme menos que el domesticado. Un lobo, por ejemplo, duerme relativamente poco, porque siempre está alerta, despierta bruscamente al menor peligro. Más tranquilo, menos estresado, el perro de casa puede permitirse dormir profundamente en periodos prolongados y muy activo mientras el cuerpo descansa totalmente.

Es precisamente en estos momentos cuando surgen los sueños más reveladores e importantes para el equilibrio nervioso.

un perro adulto la fase del sueño más activa ocupa el 20% del tiempo dormido, o sea seis minutos todas las medias horas.

Durante este tiempo profundo el cerebro del perro organiza las informaciones que ha ido almacenando en la parte activa del día.

Los que más necesitan descansar y soñar son aquellos ejemplares más jóvenes, que para poder disfrutar al máximo de la experiencia reparadora del sueño activo necesitan un lugar propio, tranquilo, donde no estén expuestos a los sobresaltos. Está demostrado que los canes que pueden dormir convenientemente y a su gusto son los que dan los resultados más brillantes en el trabajo y en competiciones. En efecto, durante el sueño se establece una reorganización cerebral total.

Paralelamente, se fijan los minerales en el organismo, los cuales ayudan al crecimiento del esqueleto y a la cicatrización de eventuales heridas. Dormir ayuda asimismo a fortalecer el organismo frente a las diferentes enfermedades.

Es sistema nervioso se estabiliza, está siempre influenciado por la fatiga mental y el cansancio físico, y las tensiones emocionales desaparecen. Pero eso únicamente si el descanso es total, pues la densidad del sueño depende en gran parte del entorno: todo estimulo externo (ruidos, movimientos, olores, temperaturas, etc.) altera y cambia las fases del sueño impidiendo su regularidad.

En el sueño se concentran un sinfín de imágenes, de deseos o frustraciones; de contradicciones incluso. Los perros salvajes no podían dormir continuadamente, sino por etapas entrecortadas; se escondían de los demás animales y se protegían de los posibles peligros exteriores lo que explica el porqué del actual comportamiento de nuestros compañeros domesticados, que, antes de dormirse, parecen buscar el lugar adecuado, dando vueltas y vueltas en redondo antes de dejarse caer en un rincón muy preciso.

Huyen generalmente de las fuentes de calor, de ruidos, de los sitios de paso.

Como los seres humanos, los perros están expuestos a desarreglos del sueño. Parecen incluso más frecuentes en unas razas que en otras; es el caso de muchos terriers que tienen dificultades en hallar el primer descanso y se mueven mucho durante la fase profunda del sueño. Tal vez sea su particular nerviosismo o una herencia de su cercano pasado de cazador de alimañas. Lo cierto es que muchos expertos afirman que los perros pueden tener lo que se les llama sueños arcaicos, es decir, heredados de sus antepasados. Esto explicaría que algunos de nuestros compañeros, perfectamente equilibrados y tranquilos normalmente, que viven una vida serena, sin grandes altos y bajos, se pongan de repente a aullar en sueños, como lo harían unos lobos o unos perros primitivos. Reproducen entonces sonidos que jamás han tenido la oportunidad de oír ni aprender.